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¿Porque no somos felices?
"Cuando tenga más dinero, seré feliz."
"Cuando encuentre a la persona indicada, seré feliz."
"Cuando tenga el trabajo de mis sueños, seré feliz."
¿Te suenan estas frases? Tal vez las hayas pensado alguna vez. Tal vez las repitas constantemente sin darte cuenta. Pero, déjame preguntarte algo: ¿cuántas veces has alcanzado algo que creías que te haría feliz… y, después de un tiempo, la felicidad se esfumó?
Vivimos en una constante persecución de algo que no sabemos muy bien qué es. Nos han enseñado que la felicidad es un objetivo, una meta que debemos alcanzar a base de esfuerzo, sacrificio y paciencia. Nos han hecho creer que está allá afuera, esperándonos en algún punto del futuro, como si fuera un premio que recibiremos una vez que hayamos cumplido con todos los requisitos. Pero, ¿qué pasa cuando llegamos a donde pensábamos que estaba la felicidad y descubrimos que sigue sin estar ahí?
Lo curioso es que, en lugar de detenernos a cuestionarnos si la felicidad es realmente lo que pensábamos, simplemente nos convencemos de que tal vez necesitamos algo más. Quizá el problema fue que el coche que compramos no era el adecuado, que el ascenso que conseguimos no nos llenó como esperábamos, que la relación que tenemos no es tan perfecta como imaginábamos. Y así, sin darnos cuenta, volvemos a poner la felicidad en el siguiente escalón, en la siguiente compra, en la siguiente conquista. Nos volvemos hamsters corriendo en una rueda que nunca se detiene.
Pero, ¿y si la felicidad no fuera lo que nos han dicho?
Tal vez la felicidad no tenga nada que ver con lo que conseguimos, sino con cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con la vida. Quizá la felicidad no dependa de tener más, sino de entender mejor. Tal vez la pregunta correcta no sea "¿cómo puedo ser más feliz?", sino "¿por qué no lo soy ya?".
La trampa de la felicidad condicional
Desde pequeños, aprendemos que la felicidad es una recompensa. Si te portas bien, recibirás un premio. Si sacas buenas notas, tus padres estarán orgullosos. Si trabajas duro, te irá bien en la vida. No digo que el esfuerzo no sea importante, pero ¿qué ocurre cuando nuestra felicidad depende siempre de la validación externa? Se convierte en algo frágil, algo que puede romperse con el más mínimo tropiezo.
Nos enseñaron a buscar la felicidad en el lugar equivocado: en lo que tenemos, en lo que logramos, en lo que los demás piensan de nosotros. Nos enseñaron a ser felices si las cosas salen bien, si nos eligen, si tenemos éxito. Pero, ¿qué pasa cuando la vida no sigue nuestro guion? ¿Qué pasa cuando las cosas no salen como esperábamos?
Lo que ocurre es que nos sentimos vacíos. Y en lugar de buscar la felicidad en un lugar diferente, seguimos insistiendo en el mismo error: más cosas, más logros, más validación. Nos convertimos en adictos a la felicidad externa, como si fuera una droga de la que necesitamos cada vez más dosis.
El error de esperar la felicidad en el futuro
Uno de los mayores errores que cometemos es creer que la felicidad es algo que nos espera en el futuro. Creemos que cuando tengamos lo que queremos, entonces seremos felices. Pero la felicidad no es algo que encontramos en el futuro; es algo que experimentamos en el presente.
Mira tu propia vida. Piensa en algo que antes deseabas con todas tus fuerzas y que hoy ya tienes. ¿Eres más feliz ahora? Tal vez sí, pero, ¿por cuánto tiempo? ¿Cuánto tardaste en encontrar un nuevo objetivo, un nuevo deseo que volvió a ponerte en la misma situación de antes?
Este es el problema. La felicidad basada en el futuro es una ilusión. Nos mantiene siempre esperando, siempre sintiendo que algo falta. Nos impide disfrutar del presente porque creemos que el verdadero disfrute vendrá después.
Pero la vida no es el futuro. La vida es ahora.
¿Y entonces, qué hacemos?
Este libro no pretende darte una fórmula mágica para la felicidad. No porque no exista, sino porque la felicidad no es un destino al que se llega con un mapa y una brújula. Es más bien una forma de caminar. Y para aprender a caminar de otra manera, primero tenemos que entender por qué nos hemos pasado la vida tropezando con las mismas piedras.
En estas páginas, vamos a desmontar algunas de las trampas más comunes que nos alejan de la felicidad. Vamos a explorar las creencias que nos han condicionado, las expectativas que nos frustran, el miedo que nos paraliza y la desconexión con el presente que nos roba la alegría de vivir.
No esperes un manual de autoayuda tradicional. No voy a decirte que sonrías más o que "pienses en positivo". En cambio, quiero invitarte a mirar dentro de ti y cuestionarte cosas que quizá nunca te habías planteado. Porque la felicidad no es algo que se encuentra allá afuera, sino algo que se construye aquí adentro.
No se trata de añadir más cosas a tu vida, sino de quitar lo que sobra. No se trata de buscar más, sino de ver con más claridad.
La felicidad no es algo que te está esperando en el futuro. Es algo que, si aprendes a mirar bien, ya está aquí.
¿Estás listo para descubrir por qué no somos felices?