Sé tu mejor versión. Exitoso, Inspirador, Transformador, Auténtico, Valiente, Poderoso y sobre todo Feliz y en Paz.

Cartas a mi joven yo
Querido yo joven,
Primero que todo, quiero que sepas algo muy importante: ¡Te quiero mucho! Y no lo digo como algo pasajero, ni por obligación, ni por lo que se espera de alguien mayor. Lo digo de corazón, porque sé lo difícil que es ser joven, ese momento en el que la vida parece ser un rompecabezas sin las piezas correctas. Lo sé, estás lleno de sueños, de inseguridades, de miedos, y todo eso puede ser muy abrumador. Pero, créeme, el futuro que te espera tiene mucho más sentido del que ahora puedes imaginar.
Sé que a veces te preguntas si estás tomando las decisiones correctas. Si las cosas que haces hoy te llevarán a algún lugar bueno o si simplemente te estás perdiendo en el camino. Y sé que es fácil sentirse perdido, o atrapado en los pequeños detalles del día a día. La vida no es fácil, y parece que siempre hay algo nuevo por aprender, algo que no sabes bien, algo que te reta. Pero, querido yo, déjame decirte algo que no sabías: está bien no tener todas las respuestas. ¡De hecho, eso es lo más emocionante!
La vida no está en las respuestas, sino en las preguntas, en los momentos de incertidumbre, en los pasos que tomas sin saber exactamente qué vendrá después. Te prometo que las respuestas llegarán, pero no de la manera en la que esperas. A veces, llegan como una sonrisa, un abrazo inesperado o incluso un tropiezo que te hace caer, pero que te da la fuerza para levantarte más sabio.
En este momento de tu vida, tal vez piensas que los errores son algo terrible. Que fallar es una tragedia. Pero te lo voy a decir de una vez: los errores no son el enemigo. Son tus mayores maestros. Lo que más quiero que aprendas, y lo antes posible, es que errar es humano. Y más que eso, ¡es necesario! Solo a través de los errores vas a conocer lo que realmente quieres, lo que te llena, lo que no. Porque te prometo que si todo fuera perfecto, si todo fuera como en un cuento de hadas, no aprenderías nada, no te crecerías. Es en los tropiezos donde encuentras la magia del crecimiento, el poder de levantarte, de volver a intentarlo con más coraje.
Así que, ¿por qué escribo estas cartas? La idea no es decirte qué hacer, ni siquiera darte un manual infalible para ser feliz (aunque, si lo tuviera, lo compartiría contigo encantado). Mi intención aquí es solo acompañarte, como una voz amiga que te dice: “oye, yo ya pasé por esto, y créeme, va a estar bien”. Quiero que sepas que no estás solo. No tienes que tener todo resuelto a los 20 años, ni a los 30, ni a los 40. No importa cuándo, lo importante es que sigas tu camino, con tus errores y aprendizajes, con tu propio ritmo.
Aquí vas a encontrar reflexiones sobre temas importantes: la amistad, el amor, la familia, los estudios, las emociones, el fracaso, la superación… un poco de todo lo que conforma esa mezcla a veces caótica y otras tan maravillosa llamada vida. Estas cartas son como pequeños recordatorios de lo que realmente importa. No se trata de ser perfecto, ni de seguir una fórmula mágica. Se trata de ser auténtico, de no rendirse, de tener el valor de ser tú mismo sin miedo a los juicios, de aprender a amar y ser amado, de saber que siempre hay un camino que te llevará a donde necesitas estar, aunque a veces no lo veas claramente.
Espero que estas palabras te acompañen en los momentos de duda y también en los momentos de alegría. Porque la vida no se trata solo de llegar a una meta, sino de disfrutar del proceso, de los aprendizajes, de los pequeños logros. Y cuando llegues a la meta, te darás cuenta de que lo que realmente importa es todo lo que aprendiste a lo largo del camino. Las lecciones, las caídas, los momentos de reír hasta que te duela la barriga, las personas que conociste, las que te hicieron sonreír y las que te hicieron crecer. Todo eso es lo que te forma, todo eso es lo que te hace la persona que eres y la persona que serás.
Así que, querido yo, si alguna vez te sientes perdido o inseguro, solo recuerda una cosa: no tienes que tener todas las respuestas ahora mismo. Lo único que necesitas es ser valiente, ser tú mismo, y tener la curiosidad de descubrir lo que el mundo tiene reservado para ti.
Vamos a hacerlo juntos. Estoy aquí para ti, siempre.
Con todo mi amor y apoyo,
Tu yo futuro